FORMACIÓN Y SENSIBILIZACIÓN: CLAVES PARA CUMPLIR LA LEY DEL DESPERDICIO ALIMENTARIO

FORMACIÓN Y SENSIBILIZACIÓN: CLAVES PARA CUMPLIR LA LEY DEL DESPERDICIO ALIMENTARIO

El pasado 3 de abril de 2025 entró en vigor la Ley 1/2025 de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, cuyo objetivo principal es prevenir y reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo final.

 

Para alcanzar este fin, la normativa establece una serie de medidas específicas orientadas al aprovechamiento de los excedentes alimentarios, dando prioridad a su donación con fines sociales. Asimismo, obliga a los sectores implicados, especialmente la hostelería, el comercio y la restauración, a desarrollar e implementar planes de prevención, así como acciones de formación y concienciación, que garanticen una gestión sostenible y responsable de los alimentos.

El plan de prevención de pérdidas y desperdicio alimentario deberá permitir a cada entidad realizar un autodiagnóstico de sus procesos productivos, identificar los puntos críticos donde se generan pérdidas y definir medidas concretas para minimizarlas. Asimismo, deberá contemplar la aplicación de la jerarquía de prioridades establecida en el artículo 5 de la ley, que constituye el siguiente orden para el destino de los excedentes alimentarios:

  1. Consumo humano (preferiblemente mediante donación).
  2. Transformación.
  3. Alimentación animal.
  4. Usos industriales.
  5. Reciclaje.

En los casos en que se formalice un acuerdo de donación de excedentes alimentarios, dicho acuerdo deberá incluir las condiciones específicas de recogida, transporte, conservación y distribución de los alimentos, garantizando en todo momento la seguridad alimentaria y el cumplimiento de la normativa vigente.

La ley también destaca, en diversos apartados, la importancia de la formación y la sensibilización como herramientas clave para la prevención del desperdicio alimentario. Estas acciones formativas no están únicamente dirigidas a las personas trabajadoras, sino que también incluyen a los consumidores y al personal voluntario, fomentando una cultura de consumo más consciente y responsable.

En este sentido, la formación se presenta como una estrategia fundamental para mejorar la eficiencia en la gestión de los alimentos, avanzar hacia un modelo de consumo más sostenible y garantizar la efectividad de la norma. Solo a través de la educación y la concienciación es posible transformar hábitos, modificar comportamientos y reducir de manera significativa el desperdicio alimentario en todos los sectores implicados.

Desde GRUPO DATA, como centro especializado en formación, y entidad acreditada por el por el Servicio Público de Empleo Estatal y Organizadora de la Fundación Estatal para el Empleo con nº de Expediente B257265AD, nos encargamos de toda la gestión necesaria para la realización de cursos de formación y asesoramiento en este ámbito.

 

 

Publicado el 25 de Abril de 2025
Por Raquel Costa
Responsable de Formación Bonificada

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